Los pensamientos negativos aparecen en cadena, y se producen y mantienen de forma automática, muchas veces sin que la persona se dé cuenta. No son útiles pues no orientan a la acción (no señalan qué es lo que hay que hacer para solucionar la situación) y provocan una respuesta de ira, incluso una minusvaloración o recriminación personal.

Leer el artículo completo

 

facebook
Twitter