Celar quiere decir “cuidar”, no aprisionar a una persona; los celos no son una demostración de amor, representan un abuso de poder.
Posesividad, control, prohibiciones, amenazas, encubren una baja autoestima, inseguridad y desconfianza que tienen que ver con la historia del sujeto, y no con lo que haga o no haga su pareja.
El objetivo de una terapia psicológica es mantener los celos bajo control y evitar el deterioro de la relación de pareja. Controlar los celos implica también afrontar los problemas de pareja (comunicarse adecuadamente, solucionar las dificultades cotidianas de mutuo acuerdo, relacionarse sexualmente de forma satisfactoria, etc.). Una buena relación es el mejor antídoto contra los celos.